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Mentir sobre la finalidad de un préstamo a una entidad financiera

En muchas ocasiones, las personas necesitan un préstamo con urgencia para hacer frente a una situación económica o para financiar un proyecto importante. Sin embargo, en este tipo de situaciones algunas personas pueden verse tentadas a mentir sobre la finalidad del préstamo para conseguirlo cuanto antes u obtener mejores condiciones del mismo. Lo que tal vez desconozcan es que esta solución les puede salir muy cara.

 

A la hora de pedir prestado un dinero al banco, mentir sobre la finalidad de un préstamo es una idea muy peligrosa por lo que acaba conllevando. En este artículo, exploramos las posibles consecuencias de mentir sobre la finalidad de un préstamo. Continúa leyendo y entérate.

 

¿Qué implica mentir sobre la finalidad de un préstamo?

La finalidad del préstamo se traduce llanamente en aquello a lo que vas a destinar el dinero prestado. Aunque aparentemente no suene tan decisivo como otros criterios para el banco, conocer qué se va a hacer con el dinero aporta seguridad al presentar información del cliente, ya que no es lo mismo pedir financiación para una casa que para reunificar deudas.

 

Por esto mismo, este será uno de los requisitos más comunes que nos pedirán a la hora de conceder un préstamo. Esto tiene un sentido lógico, pues un préstamo que va destinado a financiar una inversión, como es el caso de unos estudios en el extranjero, transmite más confianza que uno que, ya de por sí, habla mal del pagador como sería refinanciar una deuda. Por todo esto, la finalidad del préstamo impacta también en los intereses.

 

De hecho, en algunos de estos préstamos se pedirá incluso justificante, como es el caso de los préstamos para reformar tu vivienda en los que tendremos que aportar el presupuesto de la remodelación. Esto servirá a la entidad para valorar la concesión de la financiación en base a nuestro perfil de riesgo (el resultado de la evaluación personalizada sobre la situación financiera del solicitante de un préstamo), la cantidad que necesitemos y en qué la vamos a invertir.

 

Aunque, por supuesto, también hay situaciones en las que el prestamista no nos va a pedir ningún justificante como ocurre con los conocidos como préstamos para cualquier finalidad. Eso sí, en comparación con otros como los de adquisición de un coche, salen más caros. Por ejemplo, algunos préstamos están disponibles al 6,75% siendo estos destinados para coches, mientras que otros préstamos más generales están disponibles a un interés de 7,85% TIN.

 

Tipos de finalidad para las que se conceden préstamos

 

Las más comunes son las ya citadas reformas, financiación de coches, etc. Sin embargo, los bancos y otras entidades ofrecen préstamos para múltiples fines, por lo que se pueden adaptar a más de un proyecto. Básicamente, los tipos de motivos más recurrentes de los usuarios que buscan financiación son los siguientes:

 

  • Financiar la compra de un coche
  • Financiar la reforma de la vivienda
  • Financiar estudios
  • Financiar productos en tiendas
  • Financiar viajes y vacaciones
  • Financiar celebraciones
  • Financiar proyectos ecológicos
  • Financiar operaciones de salud

 

Más vale mostrar los verdaderos motivos por los que se solicita el préstamo y no ocultar los problemas económicos que se puedan tener. Es cuestión de tiempo que el banco los descubra y, si le hemos engañado, las consecuencias serán el nuevo y principal problema.

 

¿Qué consecuencias conlleva mentir sobre la finalidad de un préstamo?

 

  • Por un lado, la pérdida de confianza con la entidad:

 

Mentir sobre la finalidad de un préstamo puede llevar a la pérdida de confianza con el prestamista. Si el prestamista se da cuenta de que la persona ha mentido sobre la finalidad del préstamo, es probable que no quiera hacer negocios con esa persona en el futuro. Los prestamistas buscan clientes honestos que sean capaces de pagar sus préstamos a tiempo y que sean realistas sobre sus necesidades financieras.

 

  • Por otro lado, la pérdida de la oportunidad futuras:

 

Los prestamistas suelen compartir información entre ellos. Por eso es normal que la pérdida de confianza también pueda ser perjudicial, incluso de manera futura, para la reputación del cliente. El prestamista podría compartir esta información con otras entidades, dificultando más la obtención de préstamos en el futuro.

 

Incluso si la persona es capaz de obtener un préstamo, es probable que tenga que pagar intereses más altos o tener menos opciones disponibles. En algunos casos, las personas que engañan sobre la finalidad del préstamo pueden ser incluidas en las listas negras de crédito, lo que obviamente dificulta la obtención de préstamos en el futuro.

 

  • Por último, las consecuencias legales por uso indebido:

 

Si se descubre que una persona ha utilizado el préstamo de manera fraudulenta, puede enfrentarse a cargos judiciales. Además, si la persona no puede pagar el préstamo debido a una mala gestión de los fondos, puede enfrentarse a una demanda por incumplimiento de contrato. Las consecuencias legales pueden tener un impacto negativo en la vida de la persona, incluyendo multas, costos legales e, incluso, sanciones penales.

Resumen y conclusiones

Mentir sobre la finalidad de un préstamo puede parecer una solución fácil para obtener mejores condiciones, sin embargo, esta acción puede tener serias consecuencias a largo plazo. Es importante ser honesto y transparente con el prestamista para evitar problemas futuros. Además, es fundamental tener un plan financiero sólido para administrar los fondos de manera efectiva y pagar el préstamo a tiempo.

 

Fuente: Santander Consumer

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